Andalucía apunta a convertirse en almendro en Murcia

En un sector agrícola afectado por los bajos costos y la rivalidad de otras regiones, el almendro se destaca como un “pájaro extraño” con buenos costos y una demanda mundial tan alta que no se puede satisfacer durante años. La masiva maquinaria promocional de este producto que desplaza California, que a lo largo de años produce el 80% de las almendras de todo el mundo, ha llevado a grandes mercados, como China, India y Rusia, a suscribirse al consumo de un producto que asimismo está creciendo. entre los usuarios habituales, mediante nuevos derivados como la leche de almendras. “La demanda es tan enorme que no se atenderá en los próximos diez años”, dice Federico Dicenta, director del conjunto de mejoramiento de árboles frutales del Centro Seguro de Ciencia del Suelo y Biología Aplicada (Cebas-CSIC). Dicenta lidera el equipo que situó a la Zona de Murcia en el centro de este “almendro”, como él mismo lo describe.

Los científicos del Cebas-CSIC, situado de forma directa en el campus universitario de Espinardo, crearon variedades tardías auxiliares, llamadas Penta y Makako, que son resistentes a las heladas invernales y destruyen los árboles cuando encajan con la floración. Estos descubrimientos abren la puerta a la plantación de almendros en lugares que hasta recientemente eran poco probables gracias a las desfavorables condiciones climáticas para este fruto seco.

Así mismo, ahora comienzan a manifestarse campos de almendros donde hasta recientemente se habían extendido los viñedos dañados de Castilla-La Mácula y las habituales ampliaciones de cereales de Castilla y León, enseña el investigador. Las nuevas almendras de Murcia aun se distribuyen en otros países. “Disponemos una actividad en todo el mundo fundamental con estas variedades”, enseña Dicenta, citando como ejemplo los contratos que han firmado para ponerlas en producción en países como Italia, Portugal, Grecia, Marruecos, Turquía, Chile e inclusive USA. Todopoderoso. California, USA.

El capítulo final de este éxito en la propagación de nuevas variedades murcianas puede cambiar, si bien sea sutilmente, uno de los panoramas agrícolas más reconocidos de la geografía de españa: el olivar andaluz, que tiene su centro neurálgico en Jaén. Nufol, compañía de esta provincia especializada en la prestación de servicios técnicos en torno al olivar a 6.000 productores andaluces, se puso en contacto con Cebas-CSIC para ofrecer a sus clientes que una parte de sus plantaciones podrían transformarse en almendros. Jesús López Alcolea, responsable del desarrollo y traslado de la División de Mejora Vegetal del Instituto Científico de Murcia, se reunió el pasado jueves a solicitud de esta compañía en la ciudad de Villacarrillo, en el corazón del olivar de Jaén, con unos 60 productores en la zona en ella. “Entre todas, había unas 3.000 hectáreas de olivos tradicionales”, calcula López Alcolea. “Y muchos de ellos planean convertir sus plantaciones en almendros”, enseña.

Las condiciones que en este momento impone el mercado al que se provee el olivar solo tienen la posibilidad de cumplirse a través de exploraciones amplias e intensivas, dice Dicenta. Los agricultores tradicionales están fuera de juego, con lo que buscan nuevas elecciones, y el almendro tiene todos y cada uno de los números para llegar por la fuerza. Pero el interés que despiertan las especificaciones de las nuevas variedades murcianas no se limita en este contexto a los pequeños productores. También se puso en contacto con Cebas-CSIC para transformar una parte de su producción en almendras, una de las cooperativas mucho más poderosos del campo oleícola andaluz. Por ahora, las autoridades eligen no dar a conocer este movimiento y se niegan a formar parte en este informe.

En todo caso, como advierte Dicenta, este interés de los olivicultores por las semillas de Murcia no quiere decir que se vayan a comercializar todos y cada uno de los olivares por almendros en los campos de la comunidad vecina. Es que parte de los olivares se transformarán en almendros por la seguridad que brinda. “Un cultivador de Toledo me termina de llamar y tenía razón y recogía 400 kilos de almendras por hectárea en secano”, explica Dicenta. “Calcula cuánto puedes calcular en cinco o seis euros el kilo”. Lo frecuente, afirma el investigador, es sacar del agua cosechas de unos 100 kilos por hectárea, lo que todavía es rentable, asegura. Con el riego de árboles, el desempeño puede superar los 2.000 kilogramos por hectárea.

“La introducción de nuevas variedades plus tardías trae almendros por toda España”, dice Dicenta. “Se están reemplazando cultivos habituales como los cereales, la vid y ahora el olivo y se está logrando una rentabilidad destacable incluso con cultivos de baja consistencia en tierras áridas”. La proliferación de almendros “se extiende al sur de Portugal”, explica el estudioso. “La gente acostumbraba a sorprenderse al comenzar a plantar en ciertos lugares, pero en este momento es una situación conocida”.

Hoy en dia, la producción en España ya se ha duplicado en diez años hasta situarse entre 60.000 y 70.000 toneladas cada un año (las estadísticas de administración y producción son diferentes). “En cinco o seis años volverá a duplicarse”, predice el fabricante de las variedades que esparcen el cultivo por todo el país.