Si bien puede resultar asombroso la aparición de la imagen asociada a este artículo, como la de otras noticias sobre la incautación del cultivo ilegal de marihuana, en un caso así hablamos de una plantación a la perfección legal. Además de esto, estas líneas tratan de cómo especializarnos en la producción de estas factorías en las mejores condiciones plásticas. La cátedra UPCT Agritech Murcia (Facultad Politécnica de Cartagena) proporciona su primer curso de especialización en cultivo de cannabis en invernadero con tecnología para una cincuentena de alumnos. Muchos otros ya están aguardando una segunda edición, que debería comenzar en octubre. “Normalizar esta cultura es esencial pues tiene gigantes beneficios”, alienta la directora de la presidenta, María Dolores Gómez López.
Estos provecho surgen de sobra de 20.000 artículos derivados del cáñamo en el mercado. “El inconveniente con esta cultura es que parece que la gente considera que no está bien, pero es del revés”, agregó. Su cultivo está perfectamente permitido “para la elaboración de fibras, aceites u otros modelos”. Las semillas se tienen la posibilidad de vender como alimento, por poner un ejemplo, se pueden transformar en plástico e inclusive en ropa. Gómez enseña que hay vaqueros “que utilizan cáñamo por el hecho de que ofrece una fibra muy resistente”, y no son pantalones de ninguna marca, sino más bien los mucho más conocidos del mundo.
Aparte de las varias aplicaciones, tiene la ventaja para el productor de que no tiene “altos requerimientos hídricos, por lo que el tiempo de la región es especial”. La idea del curso nació de la sugerencia de un grupo de profesores que ya “tenían vínculos con compañías de tecnología para el cultivo de cáñamo”.
“Hemos visto una fuerte demanda de este cultivo internacionalmente entre las empresas de sillas en el mercado de las instalaciones, lo que demuestra el creciente interés de labradores, especialistas e inversores por el tema”, explica el presidente de este presidente, impulsado por Agritech Murcia. , una plataforma de tecnología agrícola con mucho más de veinte sucursales. El próximo paso fue conseguir expertos en cultivo “que complementaran a los maestros que ya están”. De esta manera se configuran ciertas clases que ahora se dan en línea, como tiende a ser la situacion de todo género de cursos en los días de encarcelamiento ante el ataque del coronavirus.
En este tipo de cursos, precisa su responsable, “tratamos de formar a los alumnos en el manejo de las instalaciones que tiene la posibilidad de tener un invernadero técnico para maximizar el rendimiento, la calidad del fruto y la sanidad del cultivo”. Ciertamente frente al desafío adelantado de “aumentar la población mundial y la escasez de agua”, que “obligará a los sistemas de producción a ser lo mucho más eficaces viable”.
Ahora mismo, “en la situación en la que nos encontramos”, destaca Gómez, “vemos cómo los labradores que optaron por ser mucho más profesionales gestionaron y gestionaron sus invernaderos en el hogar, desde el teléfono móvil, para modular los cultivos. “Etapa de cobertura del mercado de suministro”. Esta actividad, concluye, “creemos que es una buena oportunidad por el hecho de que es un mercado nuevo y el primero en ingresar va a tener una ventaja competitiva sobre el resto”.