
22/07/2020.- Esta cifra, que corresponde a 2019 y que incluye asimismo la distribución, corresponde al 9,1% del valor añadido salvaje español y, según datos del Observatorio Agrario, crea unos 2,4 millones de cargos laborales, o el 11,8% del población nacional total en el campo de la nutrición de Cajamar. Récord histórico de exportaciones con 52.530 millones de euros, lo que corresponde a un desarrollo del 4,1%.
Hortoinfo.- El Observatorio del Ámbito Agrario y Alimentario de Cajamar presentó el informe del ámbito agrario y alimenticio español de 2019, que asegura su alta eficacia y competitividad, así como el crecimiento de las exportaciones y el incremento de las inversiones en investigación y avance, pese a su peso en el grupo, el valor añadido salvaje redujo levemente la economía española.
El campo agroalimentario español, incluyendo la distribución, aportó a la economía española 102.983 millones de euros en 2019, un 9,1% del valor añadido bruto, y generó 2.397.279 puestos de trabajo, el 11,8% del total nacional.
Las exportaciones nacieron un 4,1% y alcanzaron un máximo histórico de 52.530 millones de euros. Fuera de la UE, China es el principal destino de nuestros productos agrícolas y alimenticios, superando por vez primera a Estados Unidos.
El archivo fue anunciado por el presidente de Cajamar, Eduardo Baamonde, y por el secretario general de Agricultura y Nutrición del Ministerio de Agricultura, Fernando Miranda. Es necesaria una radiografía de la contribución del campo primario, la fabricación y la distribución a la economía española.
El informe, patrocinado y editado por Cajamar en colaboración con el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie), fue editado por Joaquín Maudos y en coautoría con Jimena Salamanca.
Vea el informe terminado.
El sector agroalimentario es más productivo y competitivo que la media europea, lo que contribuye al aumento de las exportaciones año tras año y España se afianza como el cuarto país de la UE. Según Eduardo Baamonde, presidente de Cajamar, “la industria en su grupo se ha vuelto muy profesional, lo que ha mejorado su eficiencia y competitividad, pero en concepto de rentabilidad aún queda un largo sendero por recorrer en valor. puede contribuir a la producción principal ”, advierte, al darse cuenta de que la agroindustria, las cooperativas y las industrias de transformación tienen que enfocarse en este tema. En este sentido, aboga por “estrategias de largo plazo que dejen la creación de valor añadido a las materias primas por medio de la diferenciación de artículos y procesos” y tomar decisiones “con una visión ambiciosa que privilegia el valor. Y el posicionamiento de la empresa enfocado” .
El secretario general de Agricultura y Nutrición del Ministerio de Agricultura, Pesca y Nutrición, Fernando Miranda, calificó al ámbito agroalimentario español de “enérgico” y “potente”, destacando particularmente la gran contestación que dió contestación al desafío de la Coronavirus – Producción, logística y distribución de alimentos que ha permitido el abastecimiento de los mercados nacionales y también internacionales. “Tuvimos una gran crisis sanitaria, pero no una crisis agrícola y alimentaria. El ámbito demostró que sabe hacer los deberes ”, dijo. Miranda también resaltó la gran diversificación del sector en la producción de alimentos, como es la situacion de los mercados objetivo, que es “un factor de resiliencia esencial”. También destacó que el campo tiene un enorme potencial de crecimiento en la interconexión industrial “para aumentar este margen con productos mucho más complejos y con mayor valor añadido”, recordando que “el campo agroalimentario es uno de los que debe jugar la recuperación económica. Un papel primordial porque es una actividad que no se mueve y no deja riquezas en el territorio ”. En este sentido, en relación al acuerdo suscrito por la Unión Europea sobre el marco financiero, aseguró que “España y el sector agroalimentario tienen que desarrollar un plan propio con una visión común, global y global, yendo alén de la PAC y asumiendo teniendo en cuenta la presente ubicación geográfica privilegiada en la UE, “para consolidar el ámbito en términos de liderazgo, vanguardia, calidad y sostenibilidad”.
Por su parte, tras explicar con detenimiento los primordiales indicadores, escalas y conclusiones del análisis, el subdirector del Ivie, Joaquín Maudos, insistió en que la experiencia de la crisis del Covid-19 revela que el sector agroalimentario es un campo “a resguardar y” incitar ” para garantizar el abastecimiento de alimentos; a la vez, esto representa un desafío tanto por el lado de la demanda, dada la caída de algunos artículos, como por el lado de la oferta, por cuestiones laborales, pretensiones laborales, higiene y restricciones alimentarias. que la media europea, logra lograr escenarios más altos de productividad y competitividad. El director del informe añade que “en nuevos nichos comerciales normales, surgirán oportunidades en forma de nuevos productos como resultado de cambios en los patrones de demanda y consumo resultantes desde la preocupación por la salud, el medio ambiente y la seguridad alimentaria ”.“ Para contemplar esta demanda es necesario invertir en I + D + i. Aire más competitivo, también es requisito aumentar el tamaño de las empresas, actualizar las estructuras productivas y aprovechar la digitalización en toda la cadena de valor ”, concluyó.
Datos primordiales del observatorio
El informe tiene dentro un sistema integral de indicadores y una serie de anexos con información específica sobre los primordiales subsectores del campo agroalimentario. Esto lleva a un análisis en hondura de toda la cadena de valor, con el objetivo de proporcionar una visión común de su contribución a la economía. El español también cuantifica su contribución en toda la Unión Europea. Asimismo enumera los principales desafíos y oportunidades para el sector, incluida la sostenibilidad, la innovación y las tendencias de consumo.
Joaquín Maudos ofreció las claves primordiales para esta tercera edición, que cuantifica colectivamente los diferentes campos productivos que definen el campo agroalimentario y examina sus peculiaridades desde diferentes puntos de vista: tamaño, crecimiento y composición; Trabajo; Eficacia y competitividad; Cesta; Inflación y precios; Reemplazo; Inversión en investigación y avance; y los principales subsectores.
El tamaño, el desarrollo y la composición del campo
Durante la presentación del informe, Maudos refirió que el ámbito agroalimentario aportó a la economía 60.844 millones de euros en 2019, lo que corresponde al 5,4% del valor añadido bruto (VAB). Un valor que, incluida la distribución de productos agrícolas y alimenticios, asciende a 102 983 millones de euros, por lo que el porcentaje sube al 9,1% del valor añadido bárbaro, una décima menos que en 2018.
El peso del campo agroalimentario en su aportación al VAB es superior al del grupo de la UE-28: 2,9 puntos porcentuales (pp) en su versión ampliada (incluida distribución) y 1,7 pp mucho más sin dispensación. Esta disparidad en el sector expandido muestra la relevancia de la fase de comercialización de los modelos agrícolas y alimentarios en España ”, enseña Maudos. Una divergencia que asimismo se puede observar al analizar la evolución histórica: al paso que el sector agroalimentario en expansión en España pasó del 7,9% en 2008 al 9,1% en 2019 (1,2 puntos porcentuales). Agregado), el porcentaje evolucionó con una distribución de 5% a 5,4% en el mismo período (más 0,4partido popular).
Si descomponemos los elementos del ámbito agroalimentario, observamos que la cuota correspondiente a la actividad primordial es del 55% en España, 10 puntos mucho más que en la UE-28, mientras que la industria transformadora representa el 45% restante. . Si sumamos la fase de comercialización, es la que más aporta con el 40,9%, que se ajusta a 42.139 millones de euros del valor añadido bruto del campo, superior al del campo primario (32,5% y 33.454 millones de euros) y Transformación de la industria (26,6% y 27390 millones de euros). En comparación con la UE-28, el peso de la comercialización en España es similar, al paso que el sector primario pesa prácticamente 6 puntos más en menoscabo de la industria transformadora.
Con un 11,5%, España es el quinto país que mucho más aporta al VAB del ámbito agrícola y alimentario de la UE-28, tras Francia (15,1%), Alemania (14,5%), Italia (12,6º)%) y el Reino Unido (12%)); y el cuarto país si no se incluye la mercadotecnia. En este caso, el porcentaje es del 11,6% tras Francia (15,4%), Alemania (14,2%) y también Italia (12,2%).
En lo que se refiere al campo primario, España es el tercer país que más aporta con un 14,4%, tras Francia (16,3%) e Italia (14,6%). y el quinto en la industria de nutrición, bebidas y tabaco con un 9,4% detrás de Alemania (16,8%), Francia (14,6%), Reino Unido (12,1%) y también Italia (10,1%), idéntica posición en el ranking de marketing de alimentos con un 11,3% tras el Reino Unido (15,5%), Alemania (15%), Francia (14,6%) e Italia (13,3%).
Con relación a la contribución al valor de la producción total de la UE-28, España luce por sus subsectores en la producción de cítricos, con un 60,4% (Italia 23,7% y Grecia 8,9%) y en aceite de oliva con 52, 1 % (Italia 31,2% y Grecia 12,6%). Es el segundo productor de carne de cerdo con 19,9% (Alemania 20% y Francia 8,6%); y hortalizas frescas con un 17,5% (Italia 18,9% y Alemania 10%). En menor medida, España ocupa un espacio esencial en la producción de vino con el 6,3% de la producción total de la UE-28 (Francia lidera con el 45,5%, seguida de Italia con el 31,9%). para plantas y flores, donde aportan el 12,3% (Holanda 30,4%, Francia 12,8%, Italia 12,6% y Alemania 10,5%); Avicultura con 11,4% (Polonia con 14,8%, Francia con 14,5%, Reino Unido con 13,1% y también Italia con 11,2%); Bovinos, de los que España contribuye un 9,7% (Francia 22,7%, Reino Unido 12,6%, Alemania 11% e Italia 9,1%); y huevos con un 10% (Polonia 13,9%, Italia 13,6%, Francia 11,3%, Alemania 11,1% y Rumanía 7,6%).
trabajo
El número de cargos laborales conformados por el sector agroalimentario español fue de 1.201.350 en 2019, o el 5,9% del total nacional. Esto se ajusta a 2.397.279 cargos laborales si se incluye la distribución. En este caso, esto corresponde al 11,8% del total de puestos de trabajo en España y un aumento del 0,8% con respecto a 2018.
En lo que se refiere a la contribución al valor añadido salvaje, el peso del sector extenso en la creación de empleo es mayor en España (11,8% en oposición al 10,5%) que en la UE-28, pero menor cuando no se considera la comercialización (5,9% en frente de 6,4%). %)%). lo que destaca la relevancia del marketing en España. Esta conclusión también se extrae del análisis histórico, el peso de la población activa en el ámbito agroalimentario ampliado de la UE-28 pasó del 11,7% en 2008 al 10,5% diez años después, mientras que en España descendió del 11,5% al 11,8% en este período.
Un análisis de la composición del empleo muestra que el sector primario ha perdido relevancia tanto con relación a la industria de alimentos, bebidas y tabaco como con relación a la comercialización. Por poner un ejemplo, medio empleo en España es distributivo (49,9%), mientras que en la UE-28 el porcentaje es del 39,5%.
En lo que se refiere a la contribución de España al ámbito agroalimentario de la UE-28, España ocupa el sexto sitio, con un 9,5% añadido a marketing y un 7,9% sin esta oferta. Por subsectores, España es el cuarto país que contribuye a la agricultura y la pesca en la UE-28, con un 7,9%. el sexto lugar en las industrias de alimentos, bebidas y tabaco con un 8,1%; y el tercero en marketing con un 11,7%.
Productividad y competitividad
El sector agroalimentario español es un 64% más productivo y un 50% mucho más competitivo que el de la UE-28 en su conjunto, y un 34% mucho más productivo y un 30% mucho más competitivo en el momento en que el análisis incluye la distribución. Joaquín Maudos destacó que “la industria agroalimentaria es la que consigue el mayor nivel de eficacia, duplica la etapa de comercialización y, así, consigue el mayor valor económico de cada unidad de empleo”. Además de esto, la eficacia del sector primario español es increíble en comparación con la UE-28, que es el doble y un 112% mucho más alta.
El coste laboral medio (CLM) del campo agroalimentario español es un 17% inferior al de la UE-28 y un 6% inferior en el caso del sector ampliado. En el campo primario español, los costes laborales unitarios (CUT) son un 70% mucho más bajos que en la UE-28 y un 35% mucho más bajos en los LMC. La industria transformadora asimismo es mucho más competitiva en España, con un CLU un 16% menor y un CLM un 8% mayor. En lo que se refiere al marketing español, la competitividad es menor en tanto que se traduce en un CLU un 2% superior y un CLM un 6% superior. Dada la gran diferencia que separa la productividad del campo primario español de la media europea, hay margen para maniobrar para progresar los salarios (lo que acrecentaría los costes salariales medios) sin perjudicar inapropiadamente a la competitividad de ULC en relación a ULC.
Exportaciones
En lo que se refiere a las exportaciones, están valoradas en 52.530 millones de euros en 2019, que es un máximo histórico y piensa un crecimiento del 4,1% en relación a 2018 (donde el incremento fue del 2,6%). Estos datos detallan que España es el cuarto país de la UE-28 en cuanto a exportaciones agrícolas y alimentarias en 2019, con el mayor peso de Europa en las ventas de exportación de bienes con un 17,6% del total (Países Bajos 15,2% y Francia 12,8%) ) España aporta el 9,5% de las exportaciones totales del sector agroalimentario en la UE-28 y sólo es superada por los Países Bajos (17,3%), Alemania (13,8%) y Francia (11,7%).
Los primordiales países receptores de las exportaciones del campo agrícola y alimentario español forman parte a la UE-28. Entre los seis principales mercados, representan el 57,8% del total: Francia con el 15,6%; Alemania con el 11,4%; Italia 9,6%; Portugal 8,9%; Reino Unido 7,8%; y Holanda 4,5%. Juntos, los 28 países de la UE representan el 72,5% de estas transferencias. Maudos asimismo prestó atención a la diversificación de mercados, con énfasis en el auge de los países asiáticos, que ya representan el 6% del total, 2 de los que se encuentran entre los primordiales mercados de exportación (China con 4,1% y El país nipón con 1,9%) y asimismo Estados Unidos, que representa el 3,9%. Especialmente en 2019, en lo que respecta al volumen de exportaciones, China superó por vez primera a Estados Unidos como destino de los modelos agrícolas y alimenticios españoles.
Los productos españoles de exportación para nutrición más esenciales son las frutas y frutas comestibles con un 17,5%; Carnes y despojos comestibles con 13,9%; Hortalizas y verduras con 13,1%; Bebidas de todo género sin jugo con 8.8%; Grasas animales o vegetales, aceites con 8,1%; Verduras o frutas envasadas o jugos de frutas, que representan el 6%; y pescados, crustáceos y moluscos, que representan el 6%.
El directivo del informe dijo que el campo agroalimentario español ha tenido un superávit comercial durante dos décadas consecutivas, que ascendió a 14.477 millones de euros en 2019, en frente de los 12.193 millones de euros de 2018, un incremento histórico de 18,7 millones de euros.%. Este superávit es un 24,6% superior al del grupo de la UE-28 y sitúa a España como la segunda economía europea, solo por detrás de Holanda, cuyo valor es de 31.214 millones de euros.
Por otra parte, el número de compañías exportadoras aumentó un 1,5% en 2019 hasta situarse en las 17.715, cifra que ha incrementado un 28,8% desde 2008. Sin embargo, el peso de las compañías del sector agroalimentario español en la economía generalmente fué reducido. en ese período, ya que fue del 13,6% en 2008, mientras que fue del 8,5% en 2019.
Invertir en investigación y avance
El campo agroalimentario español invirtió 317 millones de euros en investigación y desarrollo (datos de 2017, los últimos disponibles), un 15,3% más que el año pasado. Estos 317 millones corresponden al 4,1% de la inversión total de las compañías de investigación y desarrollo en todo el territorio español. Sin embargo, todavía hay menos inversión en el sector agroalimentario en este país respecto a la UE-28, un 0,54% frente a un 0,69% en términos de valor añadido salvaje.
Cesta
El peso de los alimentos y bebidas en la cesta es un 19,7% superior en España que en la UE-28 con un 16,8%. Los alimentos representan el mayor porcentaje de las compras de los usuarios, con un 17,5% en España y un 13,5% en la UE-28. Sin embargo, con el 1,9% de la cesta de la UE-28, las bebidas alcohólicas tienen un mayor peso, al tiempo que en España absorben el 0,8%. El peso de los alimentos y bebidas en la cesta de españa es superior al de las primordiales economías (Italia 18,3%; Francia 18%; Holanda 15,8%; Alemania 13,3%; Reino Unido 11,8%).
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