No existen hitos en torno al campo vitivinícola de Jumillano y Murcien generalmente, que no gestione Juan Carcelén Herrero. No en balde, el museo del vino local recibió su nombre y estaba ubicado en la misma casa donde vivía este enólogo, enólogo, enólogo y supervisor del servicio antifraude. Nativo de 1917 y fallecido en 1996, el presidente del Sindicato de la Vid durante veinte años fue también integrante de esta organización de ámbito nacional, de la que surgió la iniciativa de constituir y fomentar el Consejo Regulador del Vino de Jumilla. ”, recuerda el directivo del presente museo municipal del vino de la ciudad, Emiliano Hernández Carrión.
Lo que hoy lidera Hernández Carrión no es el museo que lleva el nombre de nuestro personaje principal, adquirido hace unos años por la Hacienda del Carche-Casa de la Ermita, que lo llevó a un espacio de 1.500 m2 al pie de la Sierra traída. . del Carche. Esta exposición de la civilización del vino fue creada por Carcelén en 1970. Fue el primer museo del vino de la Región de Murcia y entre los primeros del Levante español, donde recogió piezas de todo el planeta ”, resalta Hernández Carrión.
A los pocos años de esta etapa, Carcelén marcó un nuevo nivel en su abanico de logros en el ámbito al ser parte de los impulsores y creadores de la Celebración de la Vendimia de Jumillana. “Tenía una frase que me agradó en especial” -explica el directivo del museo enológico municipal-: “La civilización del vino va a hacer que el alcoholismo no se confunda con el consumo de vino”, ha dicho Carcelén. Parece un acierto para su temporada ”, dice a raudales Hernández Carrión.
Fue un óptimo vanguardista en la industria y también fue uno de los primeros en Jumilla en comercializar vinos etílicos embotellados. Cabe destacar que su bodega fue la cuarta en hacerlo. Carcelén logró que sus modelos tuviesen un encontronazo en todo el mundo y en medio de una temporada de Franco, sus vinos consiguieron una medalla de oro y dos medallas de plata en un certamen en Yalta (Crimea, URSS) ”. Además de esto, prosigue Hernández, cambió la iniciativa de utilizar barricas de madera para llevar a cabo vinos añejos, y no para fermentar vino, que en este momento es común ”.
Dejando algo mucho más para dirigir la viticultura y sus derivados, también montó la primera factoría de vinagre en Jumilla. Con bastante éxito ”, dice Hernández Carrión. Y está de acuerdo, enseñando que fue el único gerente español en el Congreso Mundial de Fabricantes de Vinagre, que se festejó en Holanda en 1969 ”.
A la inversa de tanto progreso, y aunque conoce los adelantos de la ciencia enológica, sigue cavando según las fases de la luna ”. Pero quizás Carcelén Herrero asimismo ha dado un paso adelante en este sentido, puesto que en este momento está ganando impulso una corriente agrícola de cierto esoterismo, la biodinámica, basando algunas de sus prácticas en la presunta influencia que nuestro satélite natural tiene en los cultivos. El tiempo dirá si, también aquí, se adelantó al futuro. Es verdad que en su extenso trabajo sobre el fruto de la uva asimismo miró al pasado lejano, a través del ensayo “La revolución neolítica y el vino”, en el que trabajó hasta el final de su historia. En ese instante, más precisamente en 1993, fue nombrado enólogo de honor por la Asociación de Viticultores de Murcia. Lo que es menos.