Jardinería en la terraza

Jan Godsey se desanimó en el momento en que aceptó que no podía cuidar a su jardín. La neuropatía diabética sencillamente complicaba bastante caminar, agacharse y arrodillarse. No obstante, tras 35 años de jardinería, no estaba dispuesta a abandonar su pasión ni a su familia. Luego, en 1994, han comenzado a construir lo que ahora llama un “jardín orate”. Y qué jardín es. En un jardín en terrazas de 1.288 metros cuadrados, plantó 40 grandes contenedores de verduras, flores y hierbas y los puso con muebles rústicos y obras de arte.

Partes de la cubierta se dividen en habitaciones: una habitación con cubierta para la lluvia y muebles rústicos, un jardín sombreado con una cabaña de madera, un huerto y una caseta de jardín.

“En el momento en que cruzo el puente, estoy en otro país, un espacio de vacaciones, mi pequeño paraíso”, afirma.

Construyendo el jardín Goofy

Todo empezó hace siete años, cuando su marido Joe, un ingeniero y un óptimo tipo, decidió crear una extensión para su pequeño patio de 3 por 3 metros. Y soñó en grande. Construyó un puente de 2 toneladas que se extendía entre cuatro y cuatro pies sobre el suelo.

Cuando se completó, el puente involucraba los dos lados de la casa con apariencia de L. Tiene mucho más de 1,2 metros de ancho y 5 metros de largo en un lado y 3,6 metros de largo en el otro, ¡mucho más de m2 como su casa!

Jan diseña los jardines y se encarga de la mayoría de la plantación y el mantenimiento de las plantas. Joe se hace cargo de los proyectos de construcción y sus 2 hijas adultas asisten siempre que sea posible.

“Fue un proyecto familiar”, dijo. Llegué demasiado tarde. No podría haberlo hecho sin ayuda. ‘

Siete años de experimentación

Antes del puente, Jan era horticultor y generaba grandes cosechas en un jardín de 2.000 metros cuadrados. Descubrió que cultivar un huerto en la terraza no era lo mismo que cultivar en el suelo. Entonces ella aprendió y experimentó.

“Intento algo y, si los desenlaces son buenos, lo escribo y sigo adelante”, ha dicho. “Si los desenlaces son malos, entonces aprendí algo”.

Cultivó docenas de vegetales, plantas anuales, hierbas y plantas perennes. Incluso tenía una virtud en una olla. Vivió siete años y medró hasta los 5 metros hasta que las raíces se hicieron bastante enormes para la maceta y murió.

Tuvo la mejor suerte con las plantas anuales y las verduras, y descubrió que a estas plantas les va bien en contenedores.

“Es un entorno clínico y puedo supervisar muchas variables”, dijo. “Todo es más temprano, mucho más grande y mucho más rápido. Terminé de cosechar calabazas y maíz en la primera semana de agosto de este año. Entonces todo muere mucho más veloz también ”.

La alegría de un puente

Los dioses pasan tanto tiempo en el puente como sea posible. Allí comen, leen, pasan tiempo juntos, se relajan.

“Es bueno sentarse durante la noche a escuchar a los mirlos y las criaturas que vienen al puente”, dijo Jan

Asimismo le gusta que el puente no parezca un puente.

“Con yerbas y ramas de árboles, recorto las líneas muy pragmáticas de un puente en L y doy la impresión de estar en el suelo y deambular por un jardín”, dice ella.

Es un jardín que ella y su familia hicieron juntos. “Visto que todavía sea un trabajo en avance y que nuestra pequeña familia esté implicada lo hace aún más particular para mí”, dijo.

Las tres claves de Jan para un gran jardín de macetas

1. El agua es la clave
   El mayor desafío de Jan es ofrecer suficiente agua a las macetas. Los grandes sistemas de raíces, el sol y el viento conspiran para llevar a cabo pasar grandes cantidades de agua en el verano. “En julio, tuve que regar cuatro ocasiones al día”, dice.
   Jan ha aprendido a cerciorarse de que todas y cada una de las plantas de un contenedor tengan el mismo requisito de humedad. Asimismo se afirma de que controle de forma regular y cautelosa las necesidades de agua de cada recipiente. “No basta con poner el dedo en el suelo, hay que poner la mano en el fondo para sentir el agua”, dijo.
2. Compruebe y mantenga el pH
   Dado que el entorno del suelo en los contenedores es muy con limite, Jan descubrió que debería prestar especial atención al valor del pH del suelo.

   “Mido el pH periódicamente y utilizo toda clase de ajustes para equilibrarlo, como cáscaras de huevo, posos de café, arena verde y abono de té”, ha dicho.

3. Sigue el patrón del sol
   En el puente en forma de L de Jan, cada sección recibe una cantidad diferente de luz del sol en distintas momentos del día. Planifica sus contenedores y habitaciones de jardín basándose en este patrón de luz solar y sombra.

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