Listo para el cultivo de insectos a gran escala

La cría de insectos se ha practicado en la agricultura regional a lo largo de mucho más de veinte años. En ese instante los usaba primordialmente como simples herramientas para repeler plagas, con el llamado control biológico. Actualmente, la industria está dando el salto hacia la creación de una industria real con artrópodos como modelos de consumo real. Por poner un ejemplo, los estudios recurrentes que identifican a estos animales como una esencial fuente de proteínas para una nutrición sostenible más adelante se reflejan en proyectos reales que están encontrando ocasiones de mercado en este momento.

Compañías como Entomo Agroindustrial ceheginera, orientada a la obtención de materias primas de alto valor añadido desde el régimen del estiércol de mosca negra, o Lorquina Reptimercado, proveedora de insectos para nutrición animal, pertence a las pioneras en un campo regional en el que los especialistas imaginan un refulgente futuro. En especial desde el momento en que la Unión Europea levantó la prohibición de compra y consumo de insectos en 2018. “Hay un enorme interés por el cultivo de insectos en la Zona de Murcia”, asegura el catedrático de Zoología de la Universidad de Murcia (UMU) José Galián, quien lo asigna “principalmente” a las etapas de cambio legislativo que atraviesa la UE, de cara a la “introducción gradual de insectos como fuente de alimento para humanos y de animales como alimento para humanos”.

Galián dirige la compañía Arthropotech, que se destaca en la cría de estos animales para la nutrición y la investigación sobre el control de plagas y especies invasoras. La compañía, nacida el mes pasado de julio, basa su actividad en los conocimientos adquiridos por el conjunto de investigación Filogenia y Evolución Animal de la UMU, fundado el año pasado, del que es spin-off. Arthropotech, enseña su creador, “utiliza los entendimientos adquiridos en este conjunto ya hace más de 30 años”.

“Es una buena alternativa para la agricultura regional”, resalta el profesor de zoología José Galián, principal creador de Arthropotech.

“La cría de insectos es una manera de agricultura sostenible con una huella de CO2 baja”, explica el instructor. Además, “son una rica fuente de proteínas y una fuente de grasas saludables”.

En todo caso, el uso de insectos en nuestra dieta no es tan nuevo. De hecho, el color rojo de, por servirnos de un ejemplo, la gelatina, el youghourt y el regaliz se quita de un insecto, la cochinilla. El próximo paso es utilizar estos animales directamente como alimento humano, lo que se vuelve cada vez más posible y preciso dadas las dificultades de proveer nutrientes a una población en desarrollo de forma sostenible. Se calcula que en 30 años habrá 9 mil miles de individuos en el mundo, habitado en este momento por unos 7,890 miles de individuos. En este contexto, dijo Galián, “en el mediano período, este recurso vendrá dictado por las ventajas nutricionales y ambientales que representa”.

Detrás del crecimiento de la nueva industria, agrega el zoólogo, también hay un creciente interés en la mejora genética sostenible “usando subproductos de la industria alimenticia como recurso”. De ellos obtenemos derivados “nutricionalmente capaces para la elaboración de insectos”, que son de esta forma reevaluados, en vez de generar un residuo que a veces es bien difícil de neutralizar.

Sucede que “hay un sinnúmero de empresas agroalimentarias en la región que producen este tipo de subproductos, útiles para la elaboración de insectos”, por lo que “es una buena opción alternativa para el sector regional”, dice Galián. “Un valor añadido de esta compañía”, describen los realizadores, entre ellos María José Gimena Almansa, “es la promoción de la llamada economía circular”.

En este punto, hablan de “recobrar subproductos de la industria alimenticia para utilizarlos como sustrato para la cría masiva de insectos”. De estos residuos se consigue “la generación de proteína a partir de insectos de prominente valor sobre nutrición”.

Resumiendo, “esta es una industria con un enorme potencial de crecimiento dada la tendencia actual de fomentar fuentes alternativas de proteínas que satisfagan la demanda mundial de alimentos”. En este campo, “la Región de Murcia juega un papel primordial, dada la gran cantidad de materias primas que crea su colosal actividad agroalimentaria”.

Además de esto, “asimismo es una buena opción alternativa para el campo agrícola regional, ya que el cultivo de insectos consume muy poca agua, que es un recurso escaso en esta región”, concluye el instructor de las facultades de biología y medicina veterinaria de la UMU.

A la sombra de la cría de insectos, han surgido en este país compañías como Protoinsecta, ubicada en Albacete, especializada en la instalación de granjas de insectos “como fuente opción alternativa y sostenible de alimentación animal”, explican los causantes. “Las granjas de insectos y el cultivo de insectos por norma general se están posicionando en el mercado como una alternativa sostenible para la producción de modelos como proteínas y grasas para consumo animal y humano”, destacan los arquitectos de la idea.

Entre sus servicios, la empresa proporciona capacitación y asesoramiento sobre los trámites profesionales y legales necesarios para quienes deseen incorporarse a “una de las empresas más emergentes hoy en día”. El tiempo afirmará si entendemos aprovechar la gran cantidad de nutrientes que aprecian los insectos y, además de esto, el jugoso mercado que ven en él los expertos.

Fuente La Verdad de Murcia

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