Uno de los momentos más críticos e importantes en el cultivo del olivar es la formación y el cuajado de las aceitunas. Para progresar el cuajado del olivar y en consecuencia, incrementar la producción y rentabilidad de nuestro cultivo, debemos tener en cuenta causantes que repercuten en la calidad del fruto y tratamientos para el cuajado del olivo.
Son muchos los causantes que determinan un excelente resultado: fertilización adecuada, poda, abono foliar, control de plagas y tratamientos del olivo, etcétera. En este post vamos a ver qué prácticas tenemos que tomar en cuenta durante el año para prosperar el cuajado y la calidad de nuestras aceitunas.
Consejos para el cuajado del olivo mes por mes
Enero y febrero: poda del olivo
A lo largo del invierno y tras la cosecha de las aceitunas los árboles están en parada vegetativa y es el momento perfecto para realizar la poda del olivo.

Foto de Árboles Frutales
La poda del olivo es un factor clave para aumentar la producción de aceitunas. Con la poda, conseguimos asesorar y dirigir el árbol hacia donde nos interese, abrirlo a fin de que entre la luz y regular las producciones para tener unas cosechas aproximadamente equilibradas. Además, tenemos la posibilidad de recortar ramas rotas o enfermas, que nos asisten a proteger el olivo de probables enfermedades que no favorezcan una aceptable producción y cuajado del olivar.
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Marzo: abonado y primeros tratamientos para el olivo
A fines de invierno, cuando las temperaturas empiezan a ser más suaves y los días se comienzan a alargar, empieza la brotación de las yemas florales y la aparición de las primeras plagas, como la Polilla del olivo o Prays.
La Polilla del Olivo perjudica de forma directa a la producción y cuajado del olivar, puesto que las larvas de esta plaga se alimentan de hojas y flores. Una larva de prays puede llegar a destruir hasta 40 flores, cubriéndolas de una seda blanca característica.
Esta plaga puede llegar a tener hasta 3 generaciones en un año, atacando primero las hojas, las flores, y finalmente las aceitunas que ya han cuajado y están en pleno desarrollo.
Es esencial detectar a tiempo esta plaga, y llevar a cabo los tratamientos del olivo precisos para supervisarla. La prevención es la mejor aliada del agricultor frente este tipo de ataques que pueden llegar a afectar bastante el cuajado del olivar y su producción.
Abril y mayo: formación del racimo
Entrada ya la primavera, los días se prolongan y las temperaturas suben. El olivar empieza a elaborar una exclusiva floración para ofrecer mucho fruto. Para ello es primordial que nuestro olivar tenga a su disposición todos los nutrientes y minerales que precisa para poder hacer una buena producción.
Se recomienda hacer un abonado con estiércol, materia orgánica o abono mineral. En esta etapa de desarrollo el mineral más necesario es el nitrógeno. Debemos tener en cuenta las producciones anteriores para calcular la cantidad de abonado que nuestro olivar precisa.
Un óptimo abonado es indispensable para asegurar una buena formación de los racimos, que nos darán lugar a una aceptable floración y cuajado del olivar.
Junio y Julio: Floración y cuajado de la aceituna
Llegan los meses más cruciales de la campaña. El olivar está en medio de una floración y cuajado del olivo. Durante estos meses se recomiendan los tratamientos para el cuajado del olivo con un abono foliar.
El abono foliar para olivos consiste en fertilizar el olivar por medio de sus hojas. Este género de abonado se puede unir con algún tratamiento del olivo (hay que mirar la compatibilidad de los productos).
Un abono foliar conveniente puede incrementar la calidad y el cuajado del fruto, además de explotar el tratamiento fertilizante para controlar la polilla del olivo u otras plagas con tratamientos para el olivo.
Agosto y septiembre: formación de la aceituna
Durante el verano, los tratamientos del olivo de fertilización se basan eminentemente en abonos de fósforo y potasio para una buena calidad y proporción de fruto.
Es esencial sostener la atención a la mosca del olivo, una plaga bien conocida en el área del olivo gracias a sus afectaciones en el fruto. Este insecto pica las aceitunas ya formadas para poner sus huevos. En el interior del fruto nacen las larvas, que se comen las aceitunas por dentro.
Además de tratamientos del olivo contra la mosca, es muy aconsejable instalar trampas cromáticas (amarillentas) con atrayentes alimentarios para frenar la población de esta plaga. Las trampas tienen la posibilidad de ser un complemento interesante a los tratamientos del olivo.